La sucursal española de una empresa americana es obligada a poner en vigencia la prohibición de fumar dentro de sus oficinas. A partir de ahora, quienes quieran fumar en horario laboral, deberán hacerlo en la calle. Ramírez, uno de los empleados de esta pequeña oficina compuesta principalmente por hombres, decide empezar a reunir firmas contra lo que considera injusto. Lo que pretende Ramírez es que se utilice un despacho desocupado como sala de fumadores o “Smoking Room”, que dicen los americanos. Aparentemente todos están de acuerdo y le van a apoyar. Sin embargo, a la hora de la verdad los compañeros pondrán toda serie de excusas para evitar formar parte de esta lista; en cambio, ninguno tendrá problema en inscribirse en otra, la de los que formarán un equipo para jugar un partido de fútbol contra los empleados de otra oficina.
Crítica
Puntuación del crítico: 7
Excelente película española, rodada con pocos medios pero muy buenas ideas. La cámara se posa (o mejor dicho escudriña) en un grupo de personas que trabajan juntas en una empresa. Una jornada más en la que cada miembro afronta sus problemas, su estrés y sus neuras como puede. La prohibición, por parte de los jefazos, de fumar en el recinto de trabajo es el nexo de unión de todas las historias paralelas. La norma es recibida por los trabajadores de diferentes formas, unos la toman con infiferencia, otros con indignación y otros como una amenaza. Esta idea de la "sala para fumar" (muy de actualidad en nuestro país) sirve a un genial guión lleno de crítica a la sociedad en la que vivimos. Divertida y sorprendente, los diálogos y el mareante uso de la cámara te atrapan en ese ambiente opresivo y claustrofóbico en el que se mueven los personajes. Todo el reparto trabaja muy bien, destacando las interpretaciones de Eduard Fernández y Juan Diego. El final es muy bueno. Un film que merece la pena. Goya a la mejor dirección novel.
Davis
Ficha de Película enviada por DAVIS el 11 de Julio de 2005
Aunque la película no está mal, he de decir que no merecía ganar el Goya a revelación por encima de la excelente La vida de nadie. En cuanto al reparto, Eduard Fernández y Antonio Dechent están soberbios aunque se nota que actuaban sin guión (porque esta peli por mucho que se empeñen algunos, se nota que no son más que improvisaciones de los actores a los que sólo se les ha dado una pauta de lo que tienen que hacer o decir, y de algo no sabre pero de improvisaciones he echo unas cuantas y las reconozco a la legua), y lo peor sin dudarlo es ese actor que no recuerdo el nombre que tiene un ataque de locura en el water, una de las peores escenas que he visto en mucho tiempo y que joden el acabado de la película.