Los hermanos Helena y Alex Monet esconden un secreto ante el resto del mundo: poseen poderes especiales, son Scanners...
Como consecuencia de ello, Helena, bella e inteligente, sufre fuertes y constantes dolores de cabeza. Desesperada ante el sufrimiento que esto le provoca, decide experimentar con una nueva medicina. El dolor desaparece pero, a la vez, su personalidad se transforma de la noche a la mañana y sus poderes aumentan.
Mientras, Alex, refugiado en un santuario en Tailandia desde hace tiempo, recibe la noticia de la muerte de su padre y del extraño comportamiento de su hermana. A pesar de haber prometido no salir nunca más del templo, los hechos le hacen reaccionar y decide que es el momento de volver a enfrentarse al mundo.
Crítica
Puntuación del crítico: 5
Lamentable tercer episodio de la saga "Scanners". Si bien la primera secuela era un producto bastante competente dentro de lo posible, esta tercera entrega es un despropósito, divertido, pero despropósito. La idea de introducir constantes toques de comedia en una película que se supone continuaba con las premisas marcadas por Cronnenberg en el original resultó del todo improcedente y terminó por hundir el filme en la más absoluta mediocridad, a parte también debido a unos lastimosos efectos especiales, a un guión absurdo en ocasiones y a unos errores de montaje francamente alarmantes. La película en sí, nada más empezar, te hace ver que lo que se avecina no va a ser bueno pero, hasta que aparece la primera escenita cómica, te dejas llevar. A partir de ahí, dos opciones: o procuras disfrutar lo máximo posible o abandonas, sacas la película de tu reproductor y la tiras por la ventana.
Le doy un 5 raspado (o rasurado) porque me divirtió la segunda vez que la ví.
Peibolster
Ficha de Película enviada por Peibolster el 14 de Noviembre de 2005