Tras un accidentado trabajo en Kiev que le dejó violentas secuelas psicológicas, Jay, un soldado reconvertido en asesino a sueldo, lleva ocho meses sin trabajar. Su mujer y su hijo deben sufrir su crispación, hasta que Gal, un amigo, le propone un encarguito. La lista de objetivos no es muy extensa, pero el trabajo terminará por arrastrar a Jay hacia el corazón de las tinieblas.
Crítica
Puntuación del crítico: 8
Ben Wheatley, un director que empezo hace poco, ya tiene películas que demuestran que tiene una gran carrera por delante. En esta película nos muestra como un padre de familia que vuelve de la guerra, le deja secuelas que cada vez irán a más. Se ve el drama familiar y la locura mental que le lleva a hacer torturas que dan escalofríos (buenas escenas de gore), y todo eso nos lleva a un terrorífico final que parece no tener sentido ni explicación, y quizás eso haga que sea tán terrorífico. Pone los pelos de punta, te quedas con una mala sensación en el cuerpo.
Muy recomendable, y por cierto tiene un buen humor negro.