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¿Quién se oculta tras la máscara de Xorn? | |
Grant Morrison es un guionista con un estilo muy particular y personal. Idolatrado por unos y odiado por otros, posee una capacidad creativa sin límites y es capaz de imaginar en su cabeza locuras sin sentido (y con sentido), creando historias y mundos imposibles. Quizás se exceda en sus desvaríos en las creaciones personales (personalísimas), pero sabe cómo reconducir esa imaginación desbordante cuando trabaja con personajes ya establecidos y conocidos, en los que tiene unos límites en los que debe moverse. Hace años sorprendió con sus versiones de Animal Man y Doom Patrol, y tiempo después consiguió renacer a la JLA, todo ello en DC Comics (amén de otras obras no menos importantes, como Arkham Asylum, y otras obras más personales dentro del sello Vertigo). Entonces le llamó Marvel, para que diera su versión de los X-Men y, desde luego, no ha dejado indiferente a nadie.
“Planeta X”, el penúltimo arco argumental de New X-Men escrito por Morrison, supone el descubrimiento del mayor secreto que se tenía guardado el escocés en su manga: la verdadera identidad de Xorn, personaje creado por el propio guionista. Una revelación sorprendente e inesperada: Xorn es en realidad Magneto, al que se creía muerto, y que durante todo este tiempo ha estado infiltrado en la mansión de Charles Xavier, preparando su triunfal regreso para conquistar la Tierra y eliminar a la raza humana.
El comic es un medio en el que los villanos reaparecen una y otra vez (sobre todo en colecciones regulares cuya vida se extiende durante décadas), por lo que sorprender al lector es una tarea difícil. Morrison consigue sorprendernos, primero con la revelación de la verdadera identidad de Xorn, y más tarde con los problemas que se encuentra el propio Magneto para llevar a cabo su plan: después de haber hecho lo más difícil –neutralizar a los X-Men, Xavier incluido–, apenas encuentra la manera de liderar a los mutantes en su guerra contra los humanos. Pasamos de ver un Magneto triunfador, capaz de engañar y derrotar de forma magistral a los X-Men, a un Magneto inútil, superado por la situación que él mismo ha creado, e incluso adicto a la droga coz. También tenemos el regreso definitivo del Fénix, algo que ya se veía venir en los números anteriores. Al final, eso sí, serán los X-Men quienes consigan derrotarle definitivamente, y es que, a pesar de las innovaciones morrisonianas, “Planeta X” no deja de tener un aire a historia habitual de mutantes, aunque visto desde el prisma, siempre particular, de Grant Morrison, que nos brinda un guión muy trabajado y delirante por momentos, haciendo que la típica historia de “villano vence a héroes-héroes vencen a villano” esté llena de sorpresas y momentos geniales. Quizá el aspecto más flojo de la historia pueda ser el poco protagonismo de los propios héroes. Los X-Men ocupan un lugar secundario en la historia, más centrada en Magneto y sus acólitos, algunos de los estudiantes de la Escuela de Xavier, personajes estrafalarios (muy al estilo Morrison) que el escocés nos ha ido mostrando a lo largo de su etapa, y a los que en muchas ocasiones les ha otorgado más protagonismo que a los propios personajes principales de la serie.
En la parte gráfica tenemos a un Phil Jimenez magnífico. Sin duda, se trata de uno de los mejores dibujantes de la actualidad, con un estilo muy atractivo y detallista, y que nos brinda algunos momentos que son toda una gozada. Y se encarga él de todo el arco (cinco números de la serie regular), dándole así más cohesión a la historia. Si algo ha perjudicado a la etapa de Morrison en New X-Men, ha sido la falta de un dibujante regular. Su compañero al comienzo de dicha etapa fue Frank Quitely, un estupendo dibujante, que nos dejó unos magníficos números dibujados con su estilo tan particular, dotado de una narrativa brillante. Pero su lentitud hizo necesario recurrir a otros dibujantes (Ethan Van Sciver, Igor Kordey), obligados a trabajar contrarreloj, lo que daba como resultado un trabajo más pobre de lo deseado. Para los últimos arcos argumentales se intentó arreglar un poco la situación, por lo que se contaría con un dibujante de nivel para cada arco (Chris Bachalo, Phil Jimenez y, por último, Marc Silvestri).
En definitiva, magnífica la etapa de Morrison al frente de New X-Men, con momentos espectaculares, y que, como se puede comprobar en “Planeta X”, el escocés tenía todo bien pensado desde un principio, y ha ido desarrollando sus argumentos poco a poco, sacando jugo a las historias y colocando a cada personaje en su casilla del tablero de ajedrez, para sorprendernos con sus movimientos finales. Y la partida aún está a falta de su última jugada: un último arco argumental en la línea de “Días del Futuro Pasado”, con Marc Silvestri a los lápices.
“Planeta X” ocupa cinco números que, por las circunstancias del mercado, han sido publicados, en castellano, por dos editoriales distintas. Así, los dos primeros números correspondieron a Planeta, y los siguientes fueron obra de Panini, que mantuvo una línea continuista en cuanto al formato, aunque con un diseño algo más atractivo y moderno. Tal vez el cambio más llamativo está en el logo de la serie: en lugar de cambiarlo por Nuevos X-Men, como había hecho Planeta, Panini mantiene el original USA, New X-Men (un logo interesante, ya que puede leerse tanto de forma normal como invertido).
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